El desafío es desarrollar políticas que aborden la salud como un Derecho y no como la mera ausencia de enfermedad. Y esta sola definición implica promover cambios de concepción y hábitos en todos los actores involucrados: entre quienes integran los equipos de salud y también, en cada uno de los miembros de la comunidad, tanto individuales como colectivos.
El objetivo que nos proponemos es el de formar promotores para la construcción de una carta de derechos y deberes de los ciudadanos con la salud.
Dicha construcción permitirá dar lugar a espacios de participación en la comunidad, para que a través del encuentro, del interrogante, del diálogo, los miembros de la comunidad puedan construir una vida saludable, generando condiciones para que individuos y grupos desarrollen la capacidad de actuar, se empoderen y tomen decisiones positivas para su salud y el bienestar colectivo.